jueves, mayo 16 2024

Reseña ¿DE HOMBRES A DIOSES? De Ester Astudillo

Cuestiones que trascienden pasado, presente y futuro.

Por Mario Valdemar

Ester Astudillo ha hecho un trabajo de reflexión mayúsculo en esta obra. Como es natural, esta reflexión surge de la lectura y revisión tanto de autores clásicos como contemporáneos. Las cuestiones que plantea por tanto, son toda una colección de preguntas acerca de la esencia misma del ser humano y de sus aspiraciones, su naturaleza y sus relaciones de poder. Puede resultar estremecedor el futuro (o debiera decir final) que se vislumbra para la especie y que el subtítulo mismo de la obra, Progreso y evolución, dos boomerangs justicieros, ya apunta.

Una lectura no solo interesante y necesaria, sino reveladora.  

Sinopsis

Este texto nace de la lectura de textos clásicos y contemporáneos y, recogiendo algunas tesis allí defendidas, indaga sobre la naturaleza de nuestra especie a través de sencillos interrogantes: ¿Cuál es la quintaesencia de nuestra humanidad y cuáles son sus correlatos en los individuos de la especie? ¿Cómo llegó a establecerse tal cualidad como crucial para describirnos y singularizarnos del resto de especies animales? ¿Se trata de una cualidad inmutable o puede evolucionar? Y si tal fuera el caso, ¿podría darse la paradoja de que, en un futuro cercano, hubiéramos perdido lo que el conocimiento y el pensamiento han establecido como el verdadero núcleo que nos constituye en la especie reina que creemos ser? El texto aborda el papel del hombre en el universo y sus crecientes intentos por trascenderlo; la naturaleza de la especie y su encaje en el ecosistema; el funcionamiento de los colectivos humanos; los mecanismos del poder en sociedades crecientemente complejas; la función de la tecnología y la cultura como manifestaciones típicamente humanas, y el presente maridaje entre el modo de producción (post)capitalista, el auge de la tecnociencia y la percepción de omnipotencia humana en el Nuevo Orden Mundial en el que el mundo contemporáneo se ha autoorganizado.La tesis del texto está ya esbozada en el título: el inexorable final que se avista para el hombre se articula como una fuerza cósmica justiciera que, irónicamente, viene a pervertir nuestra percepción generalizada. De tal modo, la fatalidad de los clásicos recobra máxima vigencia en un momento en que vivimos persuadidos de habernos convertido en dioses del universo y de haber finalmente suplantado su papel en él.

Breve extracto

El entorno humanizado que habitamos los hombres contemporáneos ha dejado de ejercer sobre nosotros la presión que biológicamente ejerce sobre toda población de cualquier otra especie viva: nos hemos escapado del designio natural que la biología tiene reservado a las especies, y no hay posibilidad de hacer marcha atrás y propiciar un cambio en las tornas. No podemos ‘desaprender’ lo que ya sabemos (es decir, eliminar la cultura) ni está en nuestra mano, a día de hoy al menos, deshacernos de buena parte del contingente humano que puebla el planeta para aumentar la sostenibilidad terráquea. A pesar de constituir el peor enemigo para la Tierra, nuestra percepción nos lleva a creer que es ella quien se alza como enemigo, denegándonos la ración diaria de alimento y de agua que asumimos que nos corresponde en condición de señores de nuestro reino particular. Hemos convertido el planeta literalmente en un muladar, en un residuo cósmico.

Con el desarrollo exponencial de la tecnología, nos hemos transformado en reyes y amos de unos dominios que la naturaleza de las cosas no dispone que sean poseídos. Pero tampoco podemos aspirar a cambios genéticos que posibiliten una relación diferente y más armónica con nuestro hábitat: la selección natural ha llegado literalmente a un cul-de-sac con nosotros, y no hay retroceso posible. Somos lo que somos y, genéticamente, nunca nos convertiremos -no podemos convertirnos, habiendo interferido en las condiciones que regíanlos cambios evolutivos- en nada significativamente diferente. Nos hemos transformado en dueños del mundo; nos hemos querido erigir en dioses.

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